Hay ciertos objetos que aparecen en nuestras vidas y que los vamos guardando como si fueran piezas únicas de coleccionista. En algunas ocasiones son eso, artículos de colección, pero otras guardan un importante valor emocional, aunque carezcan de valor material. Pues bien, aunque los adultos guardamos muchos recuerdos a lo largo de nuestra historia, también en la infancia nuestros padres guardaron algo por nosotros: algunos objetos que, sin saber muy bien por qué, necesitaron dejar depositados en los baúles eternos de casa. Lo más probable es que sean los primeros recuerdos de bebé  a los que tenga acceso de mayor, y que le servirán para recordar y tocar aquello con lo que creció o que incluso pasarán de generación en generación.

Como bien sabrás, cuando somos adultos no recordamos apenas nada de lo que nos sucedió cuando éramos bebés. Nuestra memoria no puede llegar tan atrás en el tiempo para recordar ese periodo tan maravilloso, debido a que dedica todos sus recursos a la supervivencia y a comenzar la singladura por el mundo de la mejor forma posible.

Según explica la ciencia, las estructuras cerebrales de las que disponemos a esas edades no están suficiente maduras para producir recuerdos. Es en particular la llamada memoria episódica la que nos ayuda a recordar los hechos de nuestra propia experiencia e historia y comienza a desarrollarse a partir de los 5 años. A partir de esta edad, podemos empezar a recordar algo de nuestras propias experiencias.

Según los científicos, los recuerdos que creemos tener antes de esos años son falsos y se deben principalmente a las historias que nos cuentan o a las fotografías que vemos, pero por algún mecanismo cerebral acabamos haciéndolas de forma inconsciente como parte de nuestra propia memoria.

¿Qué cosas solemos guardar de nuestros bebés?

Os detallamos las 10 cosas más usuales que solemos guardar de nuestros bebés aunque, claro, la lista puede ser interminable porque cada papá o mamá hacen de los recuerdos de sus bebés su propia historia:

  • La sabanita o el peluche favorito sin los que ellos no pueden dormir. Es como un fetiche para el bebé y necesita tocarlo para relajarse y conciliar el sueño.
  • Las pinzas del cordón umbilical. Sí, parece algo insólito, pero hay mucha gente que las guarda a buen recaudo… ¡e incluso con algún trocito del cordón!
  • Un mechón del pelo del bebé.
  • El primer diente. Aunque la mayoría se los llevaba el ratoncito Pérez a cambio de algún regalito, hay quien conserva alguno como recuerdo.
  • Cadenita, pulsera, pendientes u otra joyería que se suele regalar en el bautizo o en el nacimiento.
  • Las huellas de los pies y manos del bebé. Plasmar en una hoja de papel o en otro material las huellas tanto de los manos como de los pies de nuestros bebés es algo cada vez más frecuente que realizan los padres.
  • Unos zapatitos de bebé: esos zapatitos artesanales hechos, tal vez, de crochet o de ganchillo por alguien muy especial.
  • Prendas de vestir; no solo conservamos algún vestido, pantalón, camiseta, etc., por si acaso tenemos un segundo bebé sino también para nuestros posibles nietos o simplemente, porque nos encanta esa prenda.
  • Chupete: el último chupete que nuestros peques después de que hayan tenido antes de decir adiós a su objeto casi preferido.
  • Juguete: algún juguete del bebé que por su valor sentimental o porque en un futuro pueda resultar de lo más original, peculiar o incluso de coleccionista.

Los recuerdos componen nuestras vidas desde que nacemos hasta nuestra vejez y nos permiten volver a vivir los instantes y momentos únicos en nuestras vidas… algo así como si por un momento abriéramos un baúl repleto de recuerdos. Nuestra cápsula del tiempo Baby Retrobox es precisamente eso, una caja de recuerdos para bebés muy especial pero con una gran diferencia, el bebé cuando ya no sea tan bebé podrá disfrutar de todos los recuerdos que sus padres y familiares quisieron guardar para la posteridad.

Nos gustaría saber qué conservaron tus padres cuando eras pequeño o que has conservado tú de tus bebés. ¿Nos ayudas a aumentar la lista?

Descubriendo más sobre la cápsula del tiempo Retrobox Baby

Los elementos que encontrarás para rellenar (además de una reserva de espacio para guardar los objetos que quieras conservar) son los siguientes:

  • Una libreta de firmas para que todas las personas cercanas al bebé le expresen sus mejores sentimientos.
  • Un cuaderno ilustrado a todo color que describe cómo era el mundo cuando el bebé nació, dividido en distintos temas como economía, cultura, deporte, tecnología, política, sociedad…
  • Un fabuloso diario para escribir todos los detalles sobre las primeras y posteriores singladuras del recién nacido.
  • Un álbum de fotos para bebés para pegar en él las fotografías más singulares y únicas.
  • Un tarjetón a color para plasmar las huellas del bebé y que queden selladas para siempre como si de la avenida de Hollywood se tratara.
  • Las RetronNews, una forma nueva y diferente de expresar todas las noticias más importantes acontecidas el día del nacimiento del bebé.
  • Un calendario del año en el que nació el bebé.
  • Una ficha – natalicio en la que anotar todos los datos referentes al nacimiento del bebé, como la hora, su peso, su tamaño…

Puedes descubrir muchos más detalles sobre la Baby Retrobox haciendo click aquí:

SABER MÁS DE LA CÁPSULA DEL TIEMPO BABY RETROBOX

Cápsula del tiempo bebés Baby Retrobox

Si no sabes qué regalar a un bebe recién nacido, la cápsula del tiempo Baby Retrobox, será tu acierto seguro. Es un gran regalo para bebés personalizado, original y emotivo, además de un regalo útil que el bebé podrá disfrutar más adelante, cuando ya no sea un bebé.

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