Los regalos para bebés recién nacidos en la Antigüedad
La tarea de buscar regalos para bebés recién nacidos es una de esas cosas que a todos nos encanta hacer por la alegría que supone recibir al nuevo miembro de la familia y acogerlo con las mejores ilusiones, amor además de entregarle regalos para que los disfrute.
El hecho de hacer regalos para bebés recién nacidos no es algo solo perteneciente a nuestra época. Efectivamente, los recién nacidos son una bendición pero no sólo en nuestro siglo. Ya, en el Antiguo Egipto el nacimiento de un bebé era esperado con gran entusiasmo ya que la familia era considerada como la base central en la que se fundamentaba la sociedad egipcia.
En Grecia, por ejemplo, también se hacían regalos para bebés recién nacidos especialmente, se regalaban sonajeros los cuales tenían un carácter de protección frente a las desgracias.
En la sociedad romana, cuando nacían los bebés se colocaban en las puertas de las casas una rama de olivo si era niño y, una cinta de lana, si era niña. Y después de seis días, se celebraba una fiesta en la que se acogía al bebé. Al noveno o décimo día se celebraba entonces el banquete, y aquí es dónde se realizaban los regalos para bebés recién nacidos que, normalmente, eran amuletos que servían para proteger a los recién nacidos y, al mismo tiempo se les elegía el nombre. Habitualmente, al varón se le ponía tres nombres, la llamada Trianomia, compuesto por el praenomen (nombre de pila), el nomen correspondiente a su gens (gentilicio, el linaje de su familia) y, el cognomen, que en un primer momento se utilizaba para destacar algún tipo de virtud o característica personal de la persona y, más tarde se fue adoptando como el apellido. A las niñas, solo se les daba el nomen correspondiente a su gens.
En Roma se celebraba también la Lustratio para los recién nacidos. Era una ceremonia donde se trazaba una frontera alrededor del niño para ser purificados y así librarlos de los espíritus malignos. Normalmente, se celebraba a los nueve u ocho días después del nacimiento. Si era varón se le regalaba un talismán de oro que se le colocaba en su cuello y tenía que conservarlo hasta que se hiciera mayor.
Así que como podéis observar, es una tradición ancestral el ofrecimiento de regalos para bebés recién nacidos. Y la caja RetroBox Baby es perfecta para poder redactar todos los regalitos que les hicieron al nacer, y muchísimos otros pequeños y encantadores detalles podrás hallar en Retrobox Baby…Será como un amuleto para el bebé, que deberá conservar durante mucho mucho tiempo….