El pasado mes de noviembre, la empresa Da Vinci Restauro, restauradores de una talla de Cristo del siglo XVIII, conocida como “Cristo del Miserere” y localizada en la iglesia de Santa Águeda de Sotillo de la Ribera (Burgos) se encontraron con una gran sorpresa al descubrir que la obra que estaban restaurando ha hecho las labores de cápsula del tiempo secreta durante los últimos 240 años. Concretamente, descubrieron un documento escrito a mano al retirar la pieza correspondiente al paño que cubre las nalgas del Cristo.
Se trata de un documento de dos pliegos datado en el año 1977 y firmado por el entonces capellán de la catedral del Burgo de Osma (Soria), Joaquín Mínguez. El documento está escrito con una cuidadosa caligrafía y en él identifica quien es el autor de la talla, pero además aprovecha para contarle a quien lo encuentre en el futuro algunas curiosidades sobre su época, entrando así en contacto con las generaciones futuras como si de una cápsula del tiempo se tratata.
En el texto, el capellán explica que el Cristo fue tallado por Manuel Bal y que sus costes fueron pagados por J. A. Serrano y Mañero, canónigo de Santiago. Junto a datos generales del momento, como que las Cortes estaban en Madrid o que había Inquisición, nos da información religiosa, económica, política y cultural sobre su época. Por ejemplo, cuenta que los cultivos eran principalmente “cosechas de trigo, centeno, cebada, avena” y destaca el vino de Aranda, asegurando que su cosecha era tan abundante que muchos años debían tirar parte de la producción. También habla de los juegos más populares entre los ciudadanos “naipes, pelota, calva, barra y otros juegos pueriles” y de las enfermedades más comunes: “tercianas y cuartanas” (fiebres del paludismo) y “dolor de costado, tabardillos” (fiebres tifoideas).
Por la forma en la que está redactado, parece que la idea de guardar este escrito en el interior de la talla fue una ocurrencia o juego entre capellán y el autor y que su intención realmente era que no fuera descubierto hasta cientos de años después.
Tras analizar el documento, la Coordinadora de la Semana Santa de Sotillo ha decidido enviar el documento original al archivo del Arzobispado de Burgos, mientras que han vuelto a guardar una copia en el interior de la talla. Así, la talla seguirá cumpliendo su función de cápsula del tiempo para que las próximas generaciones que lo restauren vuelvan a encontrarse con la información de primera mano sobre cómo eran las cosas en la zona en el siglo XVIII. ¿Cuántos años pasarán hasta que vuelva a ser encontrado?