¿Recuerdas cuando tenías unos pocos meses, cuando sólo eras un bebé?, ¿tus primeras palabras o cuando viste por primera vez a tus padres? Son recuerdos que desearíamos rememorar, pero no tenemos capacidad cognitiva para poder hacerlo. Recordamos con nostalgia nuestra niñez, aunque se nos escapan momentos únicos como nuestros primeros pasos o la ilusión de nuestra familia al nacer. Todo ello hasta ahora solo podíamos vivirlo a través de fotografías o de las historias que nos cuentan nuestros familiares.
Las cápsulas del tiempo son mucho más que cajas dónde guardar los recuerdos. Sin duda alguna, son una manera muy original y divertida de saber cómo estaban las cosas cuando aparecimos en este mundo, cómo era todo en la época en la que nacimos a través de imágenes y anécdotas de nuestros primeros días de vida.
Pues, ¿quién no ha pasado horas y horas rebuscando entre los cajones de sus padres mirando fotos antiguas? Quizá si hubiésemos tenido una caja personalizada con fotos, textos, objetos, etc., podríamos haber definido mejor esos momentos de niñez que ahora pensamos con nostalgia. Momentos que nuestros hijos sí podrán disfrutar y revivir gracias a la cápsula del tiempo.
¿Te imaginas, dentro de 18 años, como será volver a experimentar esos momentos únicos?
Autoría de la imagen: ©David Castillo Dominici